La avena cortada en trozos es, en realidad, mi avena favorita de todas y, técnicamente (si quieres ser muy exigente), también es la más saludable para ti. Debido a que es la avena menos procesada de todas, te mantiene saciado y es más difícil de descomponer para tu cuerpo. En definitiva, si comes avena en el desayuno, creo que ya es mucho mejor que los cereales, independientemente del tipo de avena que sea. Hay algo en la textura de la avena cortada en trozos que me encanta. Puedes disfrutarla caliente o directamente del refrigerador si quieres un desayuno frío. Si no eres fanático de la piña, también puedes cambiar el tipo de fruta que agregas encima.
Avena cortada en trozos con mermelada de piña
La receta rinde para 3 porciones
Tiempo: 20 minutos activo
Ingredientes:
1 taza de avena cortada en trozos
2 cucharadas de proteína de vainilla TRU
4 tazas de leche vegetal, sin azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla
1/4 cucharadita de sal marina
Ingredientes para mermelada:
1 taza de piña
1 cucharada de azúcar de coco
1 cucharada de semillas de chía
1 taza de agua
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1) Mezcle 3 tazas de leche vegetal, proteína en polvo, sal, vainilla y avena cortada en trozos grandes hasta que no queden grumos. Transfiera la mezcla a una olla y llévela a hervor. Baje el fuego y cocine con la tapa puesta durante 20 minutos.
2) Mientras se cocina la avena, corta la piña en trozos muy pequeños, casi como un chutney. Transfiérelos a una cacerola y mézclalos con las semillas de chía, el agua y el azúcar de coco. Lleva a ebullición. Baja el fuego a medio y tapa la cacerola. Deja cocinar durante 10 minutos, pero sigue controlando para asegurarte de que no se queme y agrega agua si es necesario. Si la mermelada parece demasiado aguada después del tiempo de cocción, quita la tapa y cocina sin tapa hasta que se evapore suficiente agua y espese.
3) Puedes procesar/licuar la mermelada si prefieres una mermelada suave y sin trozos de fruta.
4) Cuando la avena esté lista, cúbrela bien con film transparente dentro de la olla para que no pueda llegar aire a la parte superior. Como hemos añadido proteína en polvo, no queremos que se forme una costra. Tapa la olla y déjala reposar durante la noche. Transfiere la mermelada a un recipiente y déjala reposar durante la noche. Ambos recipientes pueden reposar a temperatura ambiente siempre que estén cubiertos.
5) Al día siguiente notarás que el polvo de proteína hizo que la avena se espesara bastante. Agrega la última taza de leche vegetal y revuelve hasta que tenga un espesor similar al de un pudín. Saca una porción y cúbrela con la mermelada. Puedes calentarla si la prefieres tibia, pero definitivamente puedes disfrutarla fría en el refrigerador.
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3 porciones:
380 calorías
25 g de proteína
48,7 g de carbohidratos (6 g de azúcar parcialmente procedentes de fruta)
9,7 g de grasa